domingo, 24 de septiembre de 2006

Rodríguez

Desde el pasado martes estoy haciendo honor a mi apellido: de Rodríguez.

Mis amigos opinan que tengo mucha suerte, 15 días solo en casa, sin mi madre. A mí no me parece tanta suerte, ya que me quedo solo casi todos los fines de semana, y trabando entre semana, la verdad es que tampoco es tanto chollo el quedarse solo.

Pero la verdad es que estos días lo estoy apreciando: sienta bien ocuparse de la casa un par de días... pero sólo un par.

martes, 19 de septiembre de 2006

Madrid

Este fin de semana hubo quedada del irc en Madrid.

Mucha gente a la que no conocía, muchos a los que sí, y otros tantos a los que hacía también mucho que no veía.

Lo pasé muy bien, muchas risas y muy buen ambiente... a pesar del reencuentro con mi ex y las circunstancias. Supongo que debemos ser la comidilla ahora mismo, pero lejos de ser algo desagradable, creo que lo pasamos bien. Aunque es una pena que no nos vayamos a ver durante una larga temporada, aunque sigamos manteniendo el contacto por teléfono e internet. Pero es lo que toca ahora que ya no somos pareja.

Parecerá una tontería, pero el hecho de salir, hacer el bobo un rato, hacer fotos (muchas, muchas fotos), algún que otro video (aunque luego me los censuren...), y cosas tan tontas como que te inviten a comer a casa de gente a la que hace mucho que no ves acabaron por levantarme la moral un montón.

Me siento mucho más contento que en días anteriores, quizás por el cambio de aires, quizás por salir un poco de la rutina del trabajo, quizás por las "gamberradas" que he hecho con las fotos... veremos a ver lo que me dura: el final de septiembre promete ser intenso.

jueves, 14 de septiembre de 2006

Y el día después... tan amigos

Ha cuadrado los datos como le ha dado la gana, y como ha conseguido que le cuadren de alguna manera, ha olvidado el tema de que yo sea un inútil.

Por supuesto, no se le ha ocurrido retirar todo lo que dijo ayer. O disculparse. Como siempre, simplemente olvida lo ocurrido, y aquí no ha pasado nada. O por lo menos eso piensa él.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Odio a mi jefe

Qué típico, ¿verdad?

Pero no por ello es menos cierto. Ya la semana pasada tuvimos nuevas muestras de cómo es cuando se estresa: todo va mal, sois unos vagos, sois unos inútiles, esto me pasa por contratar a gente ya formada...

Luego se relajó y volvimos al "buen rollito" de siempre. Pero por supuesto, nada de disculparse o retractarse de lo dicho.

Ahora ha vuelto a la carga, y esta vez soy yo el único blanco de su frustración. Tenemos pendiente una inspección de un proyecto, para finales de este mes, y ahora mi jefe está reuniendo los datos del trabajo de todo el año pasado.

Tanto ayer como hoy ha estado revisando un informe que está hecho desde mayo... y que obviamente no ha mirado desde entonces.

Para empezar, ha detectado un par de errores por mi parte: un fallo de cálculo, y la falta de los datos de una de las probetas. Mea culpa, nadie es perfecto, pero de haberlo detectado en mayo, hubiera sido una mera anécdota. Ahora, viendo las orejas al lobo de la inspección, soy el mayor de los inútiles, y literalmente "o me pongo las pilas, o vamos mal".

Pero eso no es todo: como a mi jefe no le han gustado los datos obtenidos, porque no le cuadran con su cábalas preconcebidas, tengo que haberme equivocado al tomar los datos o al organizarlos en el informe. Es decir: yo digo que "A" tiene un valor, y "B" tiene otro, pero como no le cuadran en sus cálculos, pues tengo que haberme equivocado, y "A" tiene que valer lo que yo digo que vale "B", y viceversa. Así en varios casos, pero no en todos. Todo a pesar de que estoy 99.9% seguro de que los datos son correctos (y se lo he dicho), y por supuesto, como esto lo ha descubierto ahora, ya no hay tiempo para repetir la experiencia y demostrarle que las cosas son así (vamos, que si los resultados son una mierda, son una mierda y punto).

Entiendo que necesite que todo cuadre para pasar la inspección, entiendo que si las cosas no salen, uno se desespera y quiere hacer algo para que los datos cuadren. Pero lo que no entiendo es que no pueda confiar en nuestro trabajo, ser sincero y decir "pues si no cuadra, nos lo inventamos", que es lo que ha hecho al final.

Así que ahora mismo me encuentro meditando si puedo trabajar con alguien que no confía en mí. Y lo único que se me ocurre es plantearle la situación tal cual en cuanto haya pasado la inspección, y actuar de acuerdo con lo que salga. Si tengo que dejarlo, lo dejo, aunque probablemente, si se cree lo que ha estado diciendo no tenga que dimitir, sino que él mismo me dirá que me vaya.

martes, 12 de septiembre de 2006

"Día tonto"

Doce de Septiembre... Romería de la Virgen de la Fuensanta, y por lo tanto, fiesta para todos los que trabajamos en Murcia.

Pero es más que eso: el primer auténtico "día tonto" después del verano. Esta mañana ha llovido un rato (no mucho, para no variar), y aún sigue parcialmente nublado a estas horas. Vamos, que el día no ha amanecido precisamente invitando a la actividad. Y yo, pues la verdad es que tampoco estoy demasiado entusiasmado por hacer nada en concreto.

No es que esté bajo de moral ni nada parecido; se trata más bien abulia, pura y dura. Y como no hay nadie que me ponga las pilas ni nada urgente que necesite ser hecho, pues me voy a pasar todo el día tirado sin hacer nada en particular. Además, al ser fiesta, los comercios de Murcia estarán cerrados y tampoco se puede ir de tiendas.

Eso sí: al menos hay un punto positivo: después de todo un verano de "sequía", al fin me he sentado a ver alguna de las tropecientas pelis que tengo pendientes de ver: "El increíble hombre menguante". No he podido dejar escapar una sonrisilla en los primeros minutos de la película, cuando el protagonista empieza a notar algo extraño, ya que toda su ropa le queda grande...

domingo, 10 de septiembre de 2006

Cubo de Rubik

Nivel de frikismo aumentando...

Ya había tenido uno de éstos de pequeño, y nunca había conseguido resolverlo (lógico...), salvo por el conocido método de despegar y reordenar las pegatinas de las caras. Cosas de niños.

No había vuelto a acordarme de él hasta oír hablar del speedcubing, pero lo que verdaderamente me hizo acordarme de él y ansiar volver a tener uno entre mis manos fue la presentación "Cómo resolver un cubo de Rubik", hecha por Alvy de Microsiervos, incluída en el post Resolver el Cubo de Rubik, sólo por el hecho de vencer a esa criatura con la que no había podido en mi infancia.

Comencé a buscarlo por las tiendas de por aquí, pero fue imposible localizarlo o que alguien me pudiera indicar cómo conseguirlo. Al final, la solución llegó por internet: ebay. Por menos de 4 €, gastos de envío incluídos, al cabo de una semana, concretamente el jueves pasado, volvía a tener el desafío en casa.

El viernes, tras casi 5 horas de trastear con él, me fui a dormir sin haber conseguido vencerlo. El sábado me dediqué a estudiarlo y a seguir intentándolo... y cuando parecía que se iba a resistir otra jornada más, a las 2 de la madrugada, lo vencí. Fue pura suerte, pues no fue necesario aplicar los algoritmos más complicados, pero lo conseguí. Y la foto que acompaña a este post es el "trofeo" que atestigua mi victoria.

Hoy ha sido diferente. He seguido trasteando con él, y lo he conseguido "vencer" otras 5 veces... eso sí: el dar vueltas a sus caras sigue sin perder su encanto.

viernes, 8 de septiembre de 2006

Una frase...

La diferencia entre los verbos "llover" y "equivocarse" es que nadie puede llover, pero todo el mundo se equivoca alguna vez.

martes, 5 de septiembre de 2006

Reencuentros

En dos días han vuelto a mí unas cuantas cosas: Compañeros de trabajo, el trabajo, el jefe, mi reciente ex novia y un montón de recuerdos.

Los compañeros, estupendos como siempre. Ya desde el principio nos hemos llevado todos muy bien, conspirando contra el "enemigo" común. Espero que en ese sentido este año sea al menos tan bueno como el pasado, y si no, mejor. La verdad es que tal como empiezan las cosas, el asunto promete.

El trabajo... bueno, el trabajo es el trabajo, y lo cierto es que aún no empezamos a hacer nada. Pero lo cierto es que echaba de menos tener algo que hacer. Sólo espero que las cosas que están en marcha acaben saliendo tal como están planeadas.

El jefe, es el jefe. Nos tuvo más de una hora escuchando sus peripecias en vacaciones, pero qué se le va a hacer... el hombre empieza a chochear y como es majete (cuando quiere), pues hay que hacerle caso.

Y mi ex y los recuerdos... ¿qué se puede decir? En cierto sentido me vuelvo a sentir diferente del resto del mundo: los telediarios llenos de noticias de malos tratos y de asesinatos y suicidios entre parejas que se rompen. Y yo, no sólo no siento ninguna rabia hacia ella, sino que además, aunque ya no haya amor entre nosotros (aquí ponía "por ninguna de las dos partes", pero quizás fuera demasiado optimista...), la sigo queriendo muchísimo, y quiero conservarla como amiga a toda costa.

Por supuesto estoy un poco triste. Se van cosas que han estado a mi alrededor más de dos años, y reaparecen cosas que en su momento fueron importantes y ahora van con los trastos o directamente a la basura... pero sé que es pasajero, que en cuanto los vacíos que han quedado en mi habitación desaparezcan, también lo hará esa pequeña tristeza.

Sobre todo, porque por encima de eso tengo dos alegrías importantes:

La de saber que, a pesar de todo, ella y yo seguimos siendo buenos amigos, que podemos vernos sin sentirnos incómodos, que somos una parte muy importante en la vida del otro, que hay confianza, y que seguiremos en contacto y que volveremos a vernos (lo que es todo un consuelo cuando cada uno vive en una punta del país).

Y también, y no menos importante, el saber que estoy bien, que aunque la echaré muchísimo de menos, mi vida no se acaba aquí, que hay más cosas y más gente en mi vida, que hay mucho por descubrir, y sobre todo, ganas de hacerlo.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Nikon Coolpix S3

Tras demasiados días de espera, por fin ha llegado mi nueva cámara digital. No ha llegado a tiempo para estrenarla en Zamora, pero aún así estoy encantado con ella. Hace unas fotos estupendas: buena lente y 6 megapixels, y la cámara apenas sobresale unos milímetros al esconderla detrás de una tarjeta de crédito. Eso sí, es bastante más gruesa (casi 2 cm).

Un juguetito interesante. Una lástima que Nikon ya la haya dejado de fabricar, aunque los modelos superiores de la serie S tampoco están mal...

Para más datos: Catálogo de Nikon