domingo, 31 de diciembre de 2006

Valencia

Hoy tocaba viaje a Valencia.


En principio la idea era recoger a Silvia, que venía desde Italia a pasar la nochevieja y conocer Murcia, y pasar allí el día haciendo turismo, y al volver a llevarla al aeropuerto el día 3 aprovechar también para pasar el día por allí y hacer alguna visita.

Pero por esas cosas que ocurren de vez en cuando, al final el viaje de Silvia no ha podido ser, y, de una forma un tanto precipitada, mi día en Valencia ha terminado por ser hoy.

Hacía más de cuatro años que no veía a Alba. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, y a pesar de haber tenido papeles opuestos en historias paralelas, hemos acabado en el mismo punto, lo que nos ha dado mucho que hablar. Después de comer, el café se nos ha estirado una barbaridad: las horas han volado sin apenas darnos cuenta, como siempre que hay buena compañía y una conversación interesante.

Luego, un paseo por Valencia, una visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (donde Tele Cinco estaba montando la despedida del 2006), una pista de patinaje sobre hielo sin hielo, unas fotos, otro rato de charla, y finalmente, el regreso a casa.

En resumen, un día estupendo. Siempre viene bien un viajecito y una visita a un(a) buen(a) amigo/a.

domingo, 24 de diciembre de 2006

La otra navidad

Cuando somos pequeños, la Navidad es algo maravilloso: no hay clase, hay regalos, árbol, Belén, Papá Noel, turrón, polvorones, y un montón de cosas más.

Ahora, unos cuantos años después, sin familia, con mis padres separados, y sin pareja, la Navidad tiene un aspecto muy diferente.

Por todas partes nos venden la idea de la navidad en familia, la alegría de compartir las fiestas y los regalos con los nuestros... pero cuando la familia siempre ha estado tan lejos que es como si no existiera, cuando ni los padres están juntos, en lugar de alegría sólo hay soledad, y en estas fechas, ni los amigos ayudan, porque ellos sí tienen familia con la que estar.

No hay clase... hace años que no. No hay trabajo, así que tampoco hay compañeros. ¿Regalos? un pack de 5 pares de calcetines y un rompecabezas que no supo guardar su secreto ni 2 minutos. ¿Árbol? casi mejor que no lo haya. En el Belén nunca hemos creído. ¿Papá Noel? Quizás con unos cuantos (bastantes) años menos...

Al final sólo quedan tres cosas: los dulces navideños, el sentimiento de culpa por abusar de ellos, y sobre todo, un gran, gran vacío.

sábado, 23 de diciembre de 2006

"Cosas serias"

Hoy he tenido comida con mis amigos del instituto. Sólo éramos ocho, pero salvo a uno, a los demás hacía muchos meses que no les veía. Y todos han alucinado con mi cambio de imagen.

Lo hemos pasado bien, hablando de viejos tiempos, cosas pasadas, otra gente y otras muchas cosas. Y yo me he sorprendido bastante. Los temas de conversación más tratados han sido las bodas, las hipotecas y los trabajos.

Me ha llamado muchísimo la atención que los amigos que antes sólo hablaban de los acontecimientos de la pasada noche de borrachera, de los cotilleos y asuntos de los que se habían enterado, y de los planes para la próxima salida, ahora pasen a tratar y a estar implicados en temas tan serios como esos.

No hace tanto me hubiera parecido impensable que cualquiera de nosotros entrara en esos temas, y ahora mismo, parece ser que soy si no el único, sí de los pocos que no están en ellos.

Da vértigo pensar en lo rápido que cambia la vida. No hace nada éramos todos unos críos, y ahora, dentro de no mucho, los temas volverán a cambiar, y esta vez girarán a cosas aún más serias, como son los hijos. Quién sabe para entonces dónde estaré y qué estaré haciendo...

Una reflexión...

Si cada persona es un mundo, y en cada relación hay por lo menos dos personas, entonces, ¿cada relación es un universo?

miércoles, 20 de diciembre de 2006

La cena de "empresa": más desconocido

Ayer noche fue nuestra cena de "empresa", sólo que nosotros no somos una empresa, sino un grupo de investigación de la Universidad, pero salvando ese detalle, fue casi como cualquier otra cena de este tipo: comida, charla risas, un camarero un rato borde... Lo pasamos bien, y al final, acabamos saliendo del restaurante a las tantas.

Como el año pasado, acabamos en un karaoke, y por supuesto, en un karaoke se canta (aunque el grupo de gente que había por allí antes de llegar nosotros no se animaban ni a la de tres). En menos de nada, ví que habían escrito mi nombre en un papelito, justo sobre "La casa por el tejado", de Fito y Fitipaldis. Es una canción que me gusta bastante, y más o menos me sé la letra y el ritmillo que lleva, pero soy negado para cualquier clase de manifestación artística, ya sea cantar, bailar, pintar o lo que sea, así que me negué en redondo a salir a cantar, ya fuera solo o acompañado, esa canción o cualquier otra.

No era la primera vez que me pasaba: había ido a karaokes antes, cuatro o cinco veces, pero nunca había cantado. Eso no es para mí. No lo había hecho nunca, ni aquella vez de visita en casa de una sacaron una Playstation con el Sing Star.

Entre tanto, mis compañer@s ya llevaban un par de canciones, y hasta los del otro grupo le habían cogido el gustillo y ahora había cierto pique por ver a cuál de los dos grupos correspondería la siguiente canción en salir. Había cierta alternancia, aunque las canciones del otro grupo eran más bien carrocillas, pero bueno, se lo permitimos porque unas cuantas de nuestras consumiciones se las apuntaron a ellos...

Y ya casi al terminar, la gran sorpresa: a pesar de no figurar en la lista de canciones, el del karaoke tenía "Me voy", de Julieta Venegas (que dicho sea de paso es nuestro "himno" extraoficial).

Y entonces fue cuando sucedió. Cada vez que lo pienso, me asusto. Pensé "Y por qué no?", y decidí que saldría a cantarla con el resto de mis compañeros.

Ahí estaba otra vez ese desconocido que en los últimos tiempos toma ocasionalmente el control de mi vida. Y por segunda vez en menos de una semana. Francamente preocupante.

Entre tanto, la canción de Julieta tardaba en salir, y cuando por fin los del otro grupo tuvieron que ceder el micro, era para "A mi manera", la cual habíamos pedido justo antes de saber que tenían "Me voy".

De nuevo pánico: pensé "ya puestos..." y ahí estaba yo: sobre el escenario con mis compañer@s cantando "A mi manera"...


Y luego, por supuesto, Julieta, con "infiltrada" del otro grupo y todo.

¡Horror! Nunca en mi vida lo había hecho, juré que nunca lo haría, y de repente, una noche, dos veces. Eso sí: sin acercarme demasiado al micro. Pero quién sabe... la próxima vez, puede que lo agarre yo mismo... o que ese desconocido se lance a cantar en solitario... Tengo miedo.

sábado, 16 de diciembre de 2006

De compras

Ya hace meses que mi ex me dijo que estaba desconocido, pero esto ya alcanza nuevas e insospechadas cotas.

Tal como reza el topicazo sobre los hombres, nunca he sido demasiado aficionado a salir "de compras", menos aún si se trata de comprar ropa. Es algo que siempre he evitado en la medida de lo posible, y nunca se había dado el caso de que me comprase algo espontáneamente, sin tener una necesidad real de ello.

Es cierto que desde este verano había salido alguna vez a buscar algo de ropa, o zapatos, pero lo de esta mañana, ha sido algo completamente impropio de mí.

Había salido de casa tranquilamente, con la intención de mirar tiendas para comprar algún regalito de última hora, así como comprarme una camisa que había visto días atrás. Sin embargo, mientras iba con la camisa camino del probador, vi otra que me gustaba, y otras más, y luego "eso también me gusta...".

Lo peor es que la cosa no quedó ahí. Al salir de esa tienda de ropa... ¡¡¡me metí en otra!!! Completamente inaudito. Sobre todo, porque en esa otra tienda también "se vinieron conmigo" unas cuantas prendas más.

Al final, llegué a casa justito para comer y con el bolsillo unos 65 euros más ligero a pesar de no haber salido de casa con el propósito de comprar ropa.

Hasta estoy algo preocupado por un comportamiento tan impropio, sobre todo, porque me quedé con las ganas de comprarme alguna que otra cosa más...

Eso sí: me queda el gran consuelo de que el dinero me ha cundido un montón.

martes, 12 de diciembre de 2006

Mi primera reacción

Hoy he hecho mi primera reacción, y aparentemente, ha sido un éxito.

Bueno, a estas alturas, con la carrera terminada y eso, por supuesto que no es la primera reacción que hago (en este mundo no se puede ni freír un huevo sin que se dé una reacción química), pero sí es la primera en la que el resultante era incierto y dependiente de mis decisiones.

Finalmente, a priori, parece que el resultado ha sido un éxito, y que el producto obtenido realmente es lo que andábamos buscando. Ahora queda esperar para saber si los análisis lo confirman...



En cualquier caso, el trabajo de laboratorio es más pesado que el que venía haciendo en mi proyecto anterior, pero también es mucho más satisfactorio.

Y mañana, a por otro producto.

domingo, 10 de diciembre de 2006

Temps Fugit (El tiempo vuela)

Y tanto que vuela. Hace nada aún era verano, ahora estamos a 15 días de Navidad. Y después de Navidad, enseguida año nuevo.

Esta mañana, mientras hacíamos un descansito entre cumbre y cumbre (concretamente entre Carrascoy y Los Filos), mis compañeros lo comentaban, y pensaban en el año entrante. Lo típico: que si espero que sea mejor, que si este no ha sido tan malo...

Y ahí es donde me perdí: ¿he tenido un año bueno? ¿malo?. No sé. Ha sido un año extraño, han pasado cosas malas, pero también buenas, y yo sigo aquí, sentado donde siempre, haciendo casi lo mismo que siempre, aunque bastantes cosas a mi alrededor han cambiado, y también lo he hecho yo mismo, aunque en el fondo, todo sigue igual que siempre.

El año pasado por estas fechas sólo podía pensar en que ojalá las cosas no cambiasen demasiado, y este año fuese igual de bueno o mejor que el anterior. Y sin embargo las cosas han cambiado. Pero soy incapaz de decidir si ha sido mejor o peor que el año pasado. Ha sido diferente, muy diferente, y aunque en algún aspecto ha sido mucho peor, en otros, también ha sido mucho mejor. Supongo que podemos dejarlo en empate. A fin de cuentas, como me he cansado de repetir, yo estoy bien, y a la hora de hacer las cuentas, eso es lo que importa.

Y aún quedan unas semanas para que acabe el año, y lo cierto es que prometen...

domingo, 3 de diciembre de 2006

Un sueldo decente!

Entre unas y otras cosas, este mes, en cuanto al sueldo se refiere, iba a ser especial.

"Unas y otras cosas" se refiere, más que nada, al cambio de beca, la compra de mi querido portátil, y los gastos "extra" del mes de diciembre. La compra del portátil y lo "especial" de este mes suponen meter mucha la mano en el bolsillo, mientras que el cambio de beca supone un dinerillo extra.

Sin embargo, el cambio de beca suponía más una incógnita que otra cosa:

Por un lado, venía el cobro de los últimos días de trabajo con mi beca anterior, concretamente, calculaba yo, 15 días. Craso error: apenas fueron 9 días.

Por el otro lado, la incógnita de cuánto me pagarían desde el momento de entrar en vigor mi beca, y sobre todo, cuándo me pagarían.

Finalmente, cobré menos de lo que pensaba de mi antigua beca, y el primer pago de la nueva no llegó el día 1, como yo esperaba. Mal augurio para estas navidades. Ya empezaba a hacerme las componendas de cómo sobrevivir este mes con menos de 400 euros en la cuenta, cuando ayer tarde, por sorpresa y cuando ya no lo esperaba, llegó el pago de mi nueva beca.

Incluso he cobrado algo más de lo que había calculado. Al final, entre una y otra beca, he cobrado 200 euros más de lo que cobraba con mi antigua beca, y 100 menos de lo que cobraré al mes con la nueva... lo que no está nada mal, y de paso, mejora mucho el aspecto de las navidades que me esperan.