.. Y vuelta al trabajo
O más bien, al país de los caprichos de mi jefe.
Hoy hemos llegado y nos hemos encontrado una notita preciosa en la puerta del laboratorio. Además de hacer realidad las amenazas hechas en julio, había más cosas.
- Fichar casi hasta para ir al baño, y por supuesto, prohibido el almuerzo.
- Prohibido cualquier posible fuente entretenimiento: ordenadores (y por extensión, internet y correo electrónico=, tv (nunca tuvimos, pero por si acaso), radio, periódico, etc
- Prohibido usar el teléfono del laboratorio para cosas ajenas al trabajo (esto es normal, sí), y cuasi-prohibido hablar por el móvil: a la segunda vez que se pille a alguien hablando, se le obliga a apagarlo al entrar...
- Informes semanales y trimestrales, por supuesto, a ordenador.
Y al que no cumpla le espera el despido inmediato por "manifiesta mala fé hacia la empresa".
Por suerte para mí, estas medidas sólo son para los becarios de empresa y no para los doctorandos, así que me escapo. Eso sí: mis compañeros están bien indignados con el jefe, y por supuesto esta tarde han ido a hablar con él. Lo más fuerte de todo es que es capaz de justificarlo todo (desde su punto de vista, claro), y decir todavía que les está haciendo un favor...
Así es la vida.