domingo, 31 de diciembre de 2006

Valencia

Hoy tocaba viaje a Valencia.


En principio la idea era recoger a Silvia, que venía desde Italia a pasar la nochevieja y conocer Murcia, y pasar allí el día haciendo turismo, y al volver a llevarla al aeropuerto el día 3 aprovechar también para pasar el día por allí y hacer alguna visita.

Pero por esas cosas que ocurren de vez en cuando, al final el viaje de Silvia no ha podido ser, y, de una forma un tanto precipitada, mi día en Valencia ha terminado por ser hoy.

Hacía más de cuatro años que no veía a Alba. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, y a pesar de haber tenido papeles opuestos en historias paralelas, hemos acabado en el mismo punto, lo que nos ha dado mucho que hablar. Después de comer, el café se nos ha estirado una barbaridad: las horas han volado sin apenas darnos cuenta, como siempre que hay buena compañía y una conversación interesante.

Luego, un paseo por Valencia, una visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (donde Tele Cinco estaba montando la despedida del 2006), una pista de patinaje sobre hielo sin hielo, unas fotos, otro rato de charla, y finalmente, el regreso a casa.

En resumen, un día estupendo. Siempre viene bien un viajecito y una visita a un(a) buen(a) amigo/a.

domingo, 24 de diciembre de 2006

La otra navidad

Cuando somos pequeños, la Navidad es algo maravilloso: no hay clase, hay regalos, árbol, Belén, Papá Noel, turrón, polvorones, y un montón de cosas más.

Ahora, unos cuantos años después, sin familia, con mis padres separados, y sin pareja, la Navidad tiene un aspecto muy diferente.

Por todas partes nos venden la idea de la navidad en familia, la alegría de compartir las fiestas y los regalos con los nuestros... pero cuando la familia siempre ha estado tan lejos que es como si no existiera, cuando ni los padres están juntos, en lugar de alegría sólo hay soledad, y en estas fechas, ni los amigos ayudan, porque ellos sí tienen familia con la que estar.

No hay clase... hace años que no. No hay trabajo, así que tampoco hay compañeros. ¿Regalos? un pack de 5 pares de calcetines y un rompecabezas que no supo guardar su secreto ni 2 minutos. ¿Árbol? casi mejor que no lo haya. En el Belén nunca hemos creído. ¿Papá Noel? Quizás con unos cuantos (bastantes) años menos...

Al final sólo quedan tres cosas: los dulces navideños, el sentimiento de culpa por abusar de ellos, y sobre todo, un gran, gran vacío.

sábado, 23 de diciembre de 2006

"Cosas serias"

Hoy he tenido comida con mis amigos del instituto. Sólo éramos ocho, pero salvo a uno, a los demás hacía muchos meses que no les veía. Y todos han alucinado con mi cambio de imagen.

Lo hemos pasado bien, hablando de viejos tiempos, cosas pasadas, otra gente y otras muchas cosas. Y yo me he sorprendido bastante. Los temas de conversación más tratados han sido las bodas, las hipotecas y los trabajos.

Me ha llamado muchísimo la atención que los amigos que antes sólo hablaban de los acontecimientos de la pasada noche de borrachera, de los cotilleos y asuntos de los que se habían enterado, y de los planes para la próxima salida, ahora pasen a tratar y a estar implicados en temas tan serios como esos.

No hace tanto me hubiera parecido impensable que cualquiera de nosotros entrara en esos temas, y ahora mismo, parece ser que soy si no el único, sí de los pocos que no están en ellos.

Da vértigo pensar en lo rápido que cambia la vida. No hace nada éramos todos unos críos, y ahora, dentro de no mucho, los temas volverán a cambiar, y esta vez girarán a cosas aún más serias, como son los hijos. Quién sabe para entonces dónde estaré y qué estaré haciendo...

Una reflexión...

Si cada persona es un mundo, y en cada relación hay por lo menos dos personas, entonces, ¿cada relación es un universo?

miércoles, 20 de diciembre de 2006

La cena de "empresa": más desconocido

Ayer noche fue nuestra cena de "empresa", sólo que nosotros no somos una empresa, sino un grupo de investigación de la Universidad, pero salvando ese detalle, fue casi como cualquier otra cena de este tipo: comida, charla risas, un camarero un rato borde... Lo pasamos bien, y al final, acabamos saliendo del restaurante a las tantas.

Como el año pasado, acabamos en un karaoke, y por supuesto, en un karaoke se canta (aunque el grupo de gente que había por allí antes de llegar nosotros no se animaban ni a la de tres). En menos de nada, ví que habían escrito mi nombre en un papelito, justo sobre "La casa por el tejado", de Fito y Fitipaldis. Es una canción que me gusta bastante, y más o menos me sé la letra y el ritmillo que lleva, pero soy negado para cualquier clase de manifestación artística, ya sea cantar, bailar, pintar o lo que sea, así que me negué en redondo a salir a cantar, ya fuera solo o acompañado, esa canción o cualquier otra.

No era la primera vez que me pasaba: había ido a karaokes antes, cuatro o cinco veces, pero nunca había cantado. Eso no es para mí. No lo había hecho nunca, ni aquella vez de visita en casa de una sacaron una Playstation con el Sing Star.

Entre tanto, mis compañer@s ya llevaban un par de canciones, y hasta los del otro grupo le habían cogido el gustillo y ahora había cierto pique por ver a cuál de los dos grupos correspondería la siguiente canción en salir. Había cierta alternancia, aunque las canciones del otro grupo eran más bien carrocillas, pero bueno, se lo permitimos porque unas cuantas de nuestras consumiciones se las apuntaron a ellos...

Y ya casi al terminar, la gran sorpresa: a pesar de no figurar en la lista de canciones, el del karaoke tenía "Me voy", de Julieta Venegas (que dicho sea de paso es nuestro "himno" extraoficial).

Y entonces fue cuando sucedió. Cada vez que lo pienso, me asusto. Pensé "Y por qué no?", y decidí que saldría a cantarla con el resto de mis compañeros.

Ahí estaba otra vez ese desconocido que en los últimos tiempos toma ocasionalmente el control de mi vida. Y por segunda vez en menos de una semana. Francamente preocupante.

Entre tanto, la canción de Julieta tardaba en salir, y cuando por fin los del otro grupo tuvieron que ceder el micro, era para "A mi manera", la cual habíamos pedido justo antes de saber que tenían "Me voy".

De nuevo pánico: pensé "ya puestos..." y ahí estaba yo: sobre el escenario con mis compañer@s cantando "A mi manera"...


Y luego, por supuesto, Julieta, con "infiltrada" del otro grupo y todo.

¡Horror! Nunca en mi vida lo había hecho, juré que nunca lo haría, y de repente, una noche, dos veces. Eso sí: sin acercarme demasiado al micro. Pero quién sabe... la próxima vez, puede que lo agarre yo mismo... o que ese desconocido se lance a cantar en solitario... Tengo miedo.

sábado, 16 de diciembre de 2006

De compras

Ya hace meses que mi ex me dijo que estaba desconocido, pero esto ya alcanza nuevas e insospechadas cotas.

Tal como reza el topicazo sobre los hombres, nunca he sido demasiado aficionado a salir "de compras", menos aún si se trata de comprar ropa. Es algo que siempre he evitado en la medida de lo posible, y nunca se había dado el caso de que me comprase algo espontáneamente, sin tener una necesidad real de ello.

Es cierto que desde este verano había salido alguna vez a buscar algo de ropa, o zapatos, pero lo de esta mañana, ha sido algo completamente impropio de mí.

Había salido de casa tranquilamente, con la intención de mirar tiendas para comprar algún regalito de última hora, así como comprarme una camisa que había visto días atrás. Sin embargo, mientras iba con la camisa camino del probador, vi otra que me gustaba, y otras más, y luego "eso también me gusta...".

Lo peor es que la cosa no quedó ahí. Al salir de esa tienda de ropa... ¡¡¡me metí en otra!!! Completamente inaudito. Sobre todo, porque en esa otra tienda también "se vinieron conmigo" unas cuantas prendas más.

Al final, llegué a casa justito para comer y con el bolsillo unos 65 euros más ligero a pesar de no haber salido de casa con el propósito de comprar ropa.

Hasta estoy algo preocupado por un comportamiento tan impropio, sobre todo, porque me quedé con las ganas de comprarme alguna que otra cosa más...

Eso sí: me queda el gran consuelo de que el dinero me ha cundido un montón.

martes, 12 de diciembre de 2006

Mi primera reacción

Hoy he hecho mi primera reacción, y aparentemente, ha sido un éxito.

Bueno, a estas alturas, con la carrera terminada y eso, por supuesto que no es la primera reacción que hago (en este mundo no se puede ni freír un huevo sin que se dé una reacción química), pero sí es la primera en la que el resultante era incierto y dependiente de mis decisiones.

Finalmente, a priori, parece que el resultado ha sido un éxito, y que el producto obtenido realmente es lo que andábamos buscando. Ahora queda esperar para saber si los análisis lo confirman...



En cualquier caso, el trabajo de laboratorio es más pesado que el que venía haciendo en mi proyecto anterior, pero también es mucho más satisfactorio.

Y mañana, a por otro producto.

domingo, 10 de diciembre de 2006

Temps Fugit (El tiempo vuela)

Y tanto que vuela. Hace nada aún era verano, ahora estamos a 15 días de Navidad. Y después de Navidad, enseguida año nuevo.

Esta mañana, mientras hacíamos un descansito entre cumbre y cumbre (concretamente entre Carrascoy y Los Filos), mis compañeros lo comentaban, y pensaban en el año entrante. Lo típico: que si espero que sea mejor, que si este no ha sido tan malo...

Y ahí es donde me perdí: ¿he tenido un año bueno? ¿malo?. No sé. Ha sido un año extraño, han pasado cosas malas, pero también buenas, y yo sigo aquí, sentado donde siempre, haciendo casi lo mismo que siempre, aunque bastantes cosas a mi alrededor han cambiado, y también lo he hecho yo mismo, aunque en el fondo, todo sigue igual que siempre.

El año pasado por estas fechas sólo podía pensar en que ojalá las cosas no cambiasen demasiado, y este año fuese igual de bueno o mejor que el anterior. Y sin embargo las cosas han cambiado. Pero soy incapaz de decidir si ha sido mejor o peor que el año pasado. Ha sido diferente, muy diferente, y aunque en algún aspecto ha sido mucho peor, en otros, también ha sido mucho mejor. Supongo que podemos dejarlo en empate. A fin de cuentas, como me he cansado de repetir, yo estoy bien, y a la hora de hacer las cuentas, eso es lo que importa.

Y aún quedan unas semanas para que acabe el año, y lo cierto es que prometen...

domingo, 3 de diciembre de 2006

Un sueldo decente!

Entre unas y otras cosas, este mes, en cuanto al sueldo se refiere, iba a ser especial.

"Unas y otras cosas" se refiere, más que nada, al cambio de beca, la compra de mi querido portátil, y los gastos "extra" del mes de diciembre. La compra del portátil y lo "especial" de este mes suponen meter mucha la mano en el bolsillo, mientras que el cambio de beca supone un dinerillo extra.

Sin embargo, el cambio de beca suponía más una incógnita que otra cosa:

Por un lado, venía el cobro de los últimos días de trabajo con mi beca anterior, concretamente, calculaba yo, 15 días. Craso error: apenas fueron 9 días.

Por el otro lado, la incógnita de cuánto me pagarían desde el momento de entrar en vigor mi beca, y sobre todo, cuándo me pagarían.

Finalmente, cobré menos de lo que pensaba de mi antigua beca, y el primer pago de la nueva no llegó el día 1, como yo esperaba. Mal augurio para estas navidades. Ya empezaba a hacerme las componendas de cómo sobrevivir este mes con menos de 400 euros en la cuenta, cuando ayer tarde, por sorpresa y cuando ya no lo esperaba, llegó el pago de mi nueva beca.

Incluso he cobrado algo más de lo que había calculado. Al final, entre una y otra beca, he cobrado 200 euros más de lo que cobraba con mi antigua beca, y 100 menos de lo que cobraré al mes con la nueva... lo que no está nada mal, y de paso, mejora mucho el aspecto de las navidades que me esperan.

jueves, 23 de noviembre de 2006

De cómo casi me quedo sin portátil nuevo...

A punto ha estado de acabárseme la felicidad con mi portátil nuevo... De la manera más tonta, y por supuesto, por culpa de Micro$oft.

Resulta que me dispongo a salir del trabajo, con un poco de prisa y todo, así que cierro la tapa de mi portátil, espero a que la pantalla se apague y deje de hacer ruido. Entonces, lo meto en su bolsa de transporte y me voy a casa tan tranquilo.

En casa, aparco la bolsa y ceno tranquilamente. Charlo un rato por el MSN y me da por buscar una cosilla que quería instalar en el portátil. Tengo suerte y encuentro lo que busco, así que voy a por el portátil, y... huy, que caliente está la bolsa... ¿y ese ruido? ¡joder! el ordenador está calentísimo, y con el ventilador a tope ¿qué es esto?

Es un fallo del XP SP2: en equipos con más de 1 Gb de RAM, a veces falla la funcion de hibernación (sí, esa que se activa al cerrar la tapa del portátil...), da un fallo en la API y el sistema sigue en marcha... Si eso lo unimos a funcionar dentro de una bolsa cerrada, el resultado es mucho calor.

Por suerte he llegado a tiempo. Hora y media no ha sido suficiente para que mi portátil nuevo muriera por asfixia. Tras un rato funcionando en un ambiente abierto, los ventiladores han dejado de expulsar aire caliente por las rejillas de ventilación y la temperatura ha recuperado los valores normales, aunque no sé si se han llegado a producir daños.

Lo más "gracioso" del caso es que lo que quería instalarle al ordenador era, precisamente, el parche para solucionar este problema con la hibernación. Por si alguien da con esta página y tiene el mismo problema (muy probable, por el "hotfix" de Micro$oft no está incluído en el SP2 y ya abundan los equipos con 1 Gb de RAM o más), aquí tiene la documentación al respecto:

KB909095: A veces el equipo no se pone en hibernación y recibe el mensaje "No hay recursos de sistema suficientes para completar la llamada a la API" en Windows XP con el SP2, en Windows XP Tablet PC Edition 2005 o en Windows XP Media Center Edition 2005

Ahí se describe el problema, pero no es de demasiada ayuda, ya que para obtener la solución habría que llamar a Micro$oft para que nos indiquen de dónde se puede bajar el parche para arreglar el problema... pero con Google también se puede arreglar el problema. Tuve suerte a la primera. El parche se puede bajar de aquí (por supuesto, sólo si se tiene un Windows autentificado, claro que entonces se podría llamar a Micro$oft sin problemas para pedir la dirección, pero no tendría gracia):

Actualización para Windows XP (KB909095)

En cualquier caso, yo ya he instalado el parche... ahora, a probar a ver si realmente funciona.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Querido diario...

Ayer mismo hablaba con una amiga. Me contaba que le faltaba tiempo para escribir en su blog, como me pasa a mí (supongo que se notará: llevo 3 posts en un día después de casi 3 semanas sin publicar nada... si no contamos el spam que se me estuvo colando a través de la publicación por email, claro). Y dijo algo más que coincidía perfectamente con una idea que yo tenía desde hace tiempo.

Se trata de una idea al estilo de esos tópicos que circulan por ahí acerca de la gente que se "mueve" por internet, como ese que dice que todos los que conectan regularmente al irc es porque en su vida tienen algún tipo de carencia (no es que esté de acuerdo con eso, pero es lo que se oye por ahí).

Aunque en este caso, no se restringe a internet, es algo un tanto más general. Al fin y al cabo, los blogs personales (al estilo de este, donde cualquiera puede contar sus inquietudes, vivencias diarias y demás pensamientos varios) no son más que una versión moderna, electrónica y pública de los viejos diarios que se escribían antes de la aparición de internet. Con la salvedad de que, a diferencia de la mayoría de los diarios, los blogs son públicos y cualquiera puede leerlos. Otra cosa es si el anonimato que ofrece la red es suficiente como para que nos atrevamos a escribir aquellas cosas que sólo escribiríamos en un diario del que "supiéramos" (pensáramos, más bien, porque no serán pocos los casos de diarios que han sido leídos por quien no debían) que no iba a ser leído por nadie.

El caso es que esta idea es la de que empezamos los diarios en momentos en los que necesitamos ordenar nuestras ideas, ya sea anotándolas en un libro, cuaderno, etc, o lanzándolas al vasto internet para que alguien tropiece con ellas.

En esos momentos extraños (malos momentos, angustias, dudas, o a veces incluso, ataques de creatividad y/o necesidad de expresión y/o necesidad de contarle nuestras penas a alguien, aunque sólo sea una página de papel), comenzamos nuestra labor de publicación. Soltamos lo que nos ronda la mente en ese momento, y descargamos nuestras inquietudes mientras cavilamos sobre ellas, dándoles forma y sentido, buscando aspectos que nos hayan pasado desapercibidos, quizás incluso soluciones, mientras hacemos girar y retorcerse como un cubo de Rubik aquello que perturba nuestra mente.

Luego, durante un tiempo, volvemos a nuestro diario/blog. Narramos las cosas que siguen pasando por nuestra mente, nuestras vivencias o la evolución de la situación, y estiramos nuestra "creatividad" durante una temporada.

Pero finalmente, sale a relucir nuestra humanidad. Los problemas se olvidan o se aceptan, los asuntos pierden importancia, y la pasividad acaba por vencer a la creatividad. La necesidad de escribir aquello que nos preocupa, de ordenar nuestras ideas, desaparece.

Entonces, los diarios/blogs llegan al momento en el que se encuentra este: publicaciones esporádicas, cada vez más esporádicas. Posts de culpabilidad publicados por el cargo de conciencia que supone haber abandonado algo que se comenzó con tan buenas intenciones...

Y al final, como pasa con tantas cosas que nacen sin un objetivo definido, los diarios/blogs acaban cayendo en el olvido, generalmente, con un post ignorante de su destino: epitafio de una obra inacabada que no pretender serlo.

Asus Z53JC

Después de dudarlo durante varios meses, el pasado viernes piqué y me compré un portátil.

Tenía mis dudas acerca de la potencia de estos bichos, especialmente teniendo en cuenta que están saliendo los primeros "Quad Cores", y en unos meses empezarán a tener precios asequibles y a imponerse frente a los chips de uno y dos núcleos... pero claro, unos cuantos meses después de los 4 núcleos, vendrán los micros de 8, un tiempo después de 16... y si voy a esperar que la cosa se "estabilice", terminaré por esperar varios años (muchos, tal y como va la informática, cumpliendo la ley de Moore, a pesar de los años que hace que existe la teoría).

Al final, paseando por ahí, vi este portátil (desde el que ahora mismo escribo), me gustó, y como el bolsillo daba y había que celebrar el cambio de beca, me lo acabé comprando.

Micro Intel Centrino Duo a 1.83 Ghz, 2 Gigas de Ram, 120 de Disco duro, DVD RAM Dual, Wifi y unas cuantas pijaditas, como el lector de tarjetas de memoria, la webcam integrada o el Bluetooth... No es el portátil mejor equipado de los que hay por ahí, ni el más potente, ni el más nada. Pero yo estoy encantado con él, simplemente, me encanta. Y es mío.

Polimerista

La entrada llega tarde, pero el pasado día 9 por fin se resolvió la beca... y me la conceden.

Ahora, al cambio de estatus en el trabajo (soy veterano, frente a los recién incorporados), se une el tan esperado cambio de proyecto. Y cómo no, el aumento de sueldo.

Pero no son esas las únicas implicaciones del cambio de beca. Quizás la más importante es que la beca y el cambio de proyecto sellan el compromiso de quedarme donde estoy los próximos tres años, y mientras sacar mi doctorado con este proyecto.

En principio no suena mal, pero también hay que tener en cuenta el hecho de que el año pasado por estas fechas éramos seis, y luego llegaron dos más, y de todos ellos, ahora sólo quedamos cuatro. Y de esos cuatro, dos están tramitando becas "Torres Quevedo" para incorporarse a las empresas que les "patrocinan", la tercera terminará su doctorado el año que viene, y el cuarto soy yo, que me quedaré otros 3 años. Por ahora, con 6 nuevos fichajes. Por ahora.

Veremos a ver cómo van saliendo las cosas. Espero que el estatus de veterano sirva para que no vayan mal del todo.

jueves, 2 de noviembre de 2006

Ojos que no ven...

Ojos que no ven,
corazón que no siente

Eso es lo que dicen. A mí me parece una ingenuidad.

Se pueden "no ver" cosas que ocurren en un instante, pero para "no ver" algo que ocurre de continuo hace falta mantener los ojos cerrados deliberadamente.

Los ojos tienden a ver, y el corazón, a sospechar, y a veces duele más lo que no se sabe que lo que se ve, pues al descubrirlo al mal causado se une la sensación de traición.

miércoles, 25 de octubre de 2006

75

martes, 24 de octubre de 2006

Doctorado vs. informes

A día de hoy, sigue sin salir mi beca. Pero ya tiene que estar al caer. E igual que aún no tengo la beca, aún no me estoy dedicando a mis polímeros.

Una de las empresas con las que trabajamos ha comprado una franquicia de piedra artificial alemana, y para que les permitan vender sus productos tienen que demostrar que cumplen unas especificaciones, haciendo que sus productos superen unas determinadas pruebas... ¿y a quién le ha tocado hacerlas? Realmente no supone demasiado trabajo, pero hay que hacerlo, y supone que aún no estoy completamente metido en polímeros.

Además, hay un problema aún mayor: uno de mis compañeros se ha ido. Dentro de poco hay que presentar el informe de su proyecto de investigación, y como él trambién trabajaba con piedra artificial, al final me ha caído la tarea de ser yo quien "se asegure de que el compañero que se ha ido redacta el informe (porque se ha comprometido a hacerlo a pesar de que ya no trabaja con nosotros)"... lo que quiere decir que sea yo el que lo redacte. Y visto lo que pasó con el informe de mi proyecto, la cuestión promete acabar en batalla campal.

Como al jefe no le convence el trabajo del otro, y la fecha de presentación del informe se acerca, se estresa. Y cuando se estresa, se pone de mal humor. Con el mal humor, le da por echar broncas. Y dado que el compañero responsable del proyecto se ha ido, y el que hace el informe soy yo, pues me caen a mí.

Esta tarde ya ha habido semi-bronca, porque no le gusta lo que el otro ha dejado hecho antes de irse.

Pero esta vez no pienso aguantarle el mal humor. Con mi proyecto, pase. Al fin y al cabo, la responsabilidad sobre lo que se hubiera hecho o no, era mía. Pero en este caso, no es mi proyecto, no es mi responsabilidad, y no sé nada sobre lo que se ha hecho o no, y así pienso explicarselo a la primera salidad de tono. Luego, si quiere despedirme, que lo haga. Ya cansa tener siempre las mismas movidas.

Lo más gracioso de todo esto, es que cuando hablamos de matricularme en los cursos de doctorado me convenció de que no lo hiciera, porque mi beca es (será) de 3 años, y que este año me necesitaba trabajando en el laboratorio, y que lo que hiciera ahora me serviría para incluirlo después en la tesis, y que el año que viene podría hacer los cursos sin problema.

Suena mucho a excusa, lo sé, pero yo también obtengo algunas ventajas de ello, como el tener una posición más fuerte el año que viene (después de un año trabajando en el proyecto, podré presionarle mejor, porque si amenazo con irme, tendrá que buscar a otro y empezar de cero, perdiendo un año de trabajo), y si realmente puedo hacer los cursos el año que viene e incluir lo hecho este en la tesis, no me supone ningún perjuicio.

Lo más gracioso de todo, es que la excusa para no inscribirme era que me necesita trabajando en el laboratorio, porque llevo casi un mes ocupándome de asuntos que nada tienen que ver con los polímeros (aunque sí me ha dado tiempo a leer unos cuantos artículos, todo sea dicho).

lunes, 23 de octubre de 2006

Montañismo

Este fin de semana he descubierto una nueva actividad: el montañismo. El sábado me estrené, yendo con un par de amigos a hacer un par de cumbres (nada serio, unos 1000 metros nada más).

No era algo planeado, pero la semana antes del puente me habían invitado a ir, y al tener el viaje a Barcelona, no puder hacerlo, así que me apunté el pasado fin de semana. Me ha venido bien para resarcirme de no poder hacer el cursillo de buceo que tanto me había llamado la atención, pero es que 300 euros por 4 días de cursillo me parece excesivo.

Disfruté como un enano trepando la pentiende de la Sierra del Oro, todo campo a través. y cuesta arriba. Me ha gustado mucho la experiencia, y creo que repetiré. Eso sí, para cuando lo haga espero que sea ya con equipo apropiado (tengo que comprarme unas buenas botas de montaña, seguro que les doy buen uso), con la novatada de no llevar una camiseta de repuesto ya pagada (la que se usa en la subida acaba empapadita en sudor, y conviene tener una seca de repuesto...), y sobre todo, sin la nota negativa: se me cayó la cámara, y aunque sigue funcionando bien (o eso parece), se ha abollado toda la carcasa, y menos mal que sólo ha sido eso, ya fue un buen golpe y si llega a caer de otra forma, adios a la pantalla, el flash o el objetivo...

¡Viagra!

En un despiste por mi parte me dejé activada la opción de publicar a través del email (Consiste en una opción a través de la cual, enviando un correo a determinada dirección de email, el contenido del envío sale publicado en el Blog).

Gran error por mi parte. De alguna manera, uno de esos bots de spam dio con la dirección correcta para publicar en el blog, y al ir a publicar, me acabo de encontrar con 11 preciosos posts que decían algo por el estilo al título de este...

Por lo menos son rápidos de borrar... Ni que decir tiene que ya he desactivado la dichosa opción.

viernes, 13 de octubre de 2006

Barcelona

Más de dos años después vuelvo a encontrarme con Barcelona.

A diferencia de la última vez, en esta ocasión viajo solo, aunque sé que allí tendré muy buena compañía.

En mi anterior estancia viajaba con la que ahora es mi ex novia. Yo no conocía la ciudad (aunque ya había estado allí muchos años antes, con mis padres), y ella sí. Pasamos por algunos de los puntos más típicos de la ciudad, y aún ahora recuerdo montones de detalles: la plaza de Catalunya, las Ramblas, la plaza de Sant Jaume, via Laietana y el fast food donde comimos, el puerto, el parque Güell, el Paseo de Gracia, el Dunkin Donuts de allí y lo que nos reímos en él... casi podría reconstruir paso a paso aquella visita, y de hecho, los lugares que conocía hasta ahora de Barcelona se deben a esa visita.


Y al igual que están esos recuerdos, también están los de las fotos. Esta vez no importa el qué fotografíe: las fotos que hago siempre parecen estar vacías. No importa si el lugar está despejado o atestado de gente. Siempre hay un abismo invisible que eclipsa la composición, y toda mi atención se centra en él, como si sin una persona que llenase ese vacío, la foto no valiera para nada.

No, definitivamente, viajar solo no es lo mismo. No importa a cuánta gente visites, ni con cuánta gente quedes, siempre quedan esos momentos de soledad, esos silencios, en los que se echa en falta tener a alguien que viaje contigo.

Y sin embargo, no estoy triste. Es ley de vida: unas personas se van de nuestro lado, otras llegan, y otras, vuelven.

Como la amiga que he venido a visitar: nos conocimos de Erasmus hace cuatro años, y no habíamos vuelto a vernos desde entonces.

jueves, 5 de octubre de 2006

Transfer Complete!

Ayer por fín recibí orden de dejar todo lo referente al proyecto que llevaba, y pasarme por fín al que será mi nuevo proyecto, y si todo va bien, el tema de mi tesis doctoral.

Aún no me han concedido la beca, pero todos somos optimistas y pensamos que caerá dentro de poco. Mientras tanto, pues toca ponerse al día con un montón de cosas. A leer!

Bye bye, morteros monocapa... hola polímeros fotoentrecruzables!

martes, 3 de octubre de 2006

Piscina

Hoy he empezado a ir a la piscina de la universidad.

Sólo he aguantado media hora de hacer largos, hasta que un "aviso" de mi gemelo me indicó que ya era suficiente por hoy.

Pensé que estaba en mejor forma física, o tal vez fuera por los 6 km de todos los días, unidos a una mañana de no parar de ir de un lado a otro, pero el caso es que es lo que hay.

En cualquier caso, no voy a desistir. Todo es cuestión de coger forma poco a poco.

lunes, 2 de octubre de 2006

Cambios

Es un hecho: la gente cambia.

Hay muchos que piensan que se es incapaz de cambiar. Yo no creo que eso sea cierto. Creo que cambiamos contínuamente. Que todo lo que nos sucede, que todo lo que sucede a nuestro alrededor nos influye de una u otra manera.

Actuamos influídos por lo que nos rodea, hacemos cosas que en otro momento hubieran sido impensables para nosotros, y también para los demás.

Sin embargo una cosa sí es cierta: no siempre se cambia como se pretende. Ni siquiera se cambia o se deja de cambiar en lo que uno quiere. Muchos de esos cambios, los que de verdad importan, son aquellos que ocurren sin que nos demos cuenta, porque sea para bien o para mal, están ahí y no podemos controlarlos. Y aunque nosotros no nos demos cuenta, los demás sí.

Y muchas, muchas veces, un cambio lleva a otro cambio, y este a su vez a otro, y al final, acabamos en todo lo contrario a lo que empezamos, y dos trayectoras que han ido en paralelo durante mucho tiempo, acaban rebotando y dirigendose a extremos opuestos, dándose la espalda una a otra.

Vivo!

Sí, sigo vivo...

Mañana vuelve mi madre, y no sólo he sobrevivido a los 15 días de Rodríguez (eso está chupado: la casa está limpia, la ropa lavada y el frigo lleno de comida...), sino también a la semana infernal de la entrega del informe. Maldito informe. 119 páginas que contienen todo lo que se ha hecho en el último año... y parte que no. Y en cuanto mañana mi jefe lo envíe a los evaluadores, puedo despedirme del proyecto y pasar a otro.

En principio, se supone que tenía que empezar con el doctorado... pero no haré los cursos este año. Empezaré en el laboratorio, y el año que viene haré los cursos. Este año hace falta presentar algún resultado, porque el año pasado quedó prácticamente en blanco. Cobraré lo estipulado (espero, porque la beca aún no se ha resuelto), y todos los resultados que obtenga, luego podré incluirlos en la tesis... o eso me han dicho. Supongo que hay que creerselo.

Personalmente, no me supone un gran perjuicio el retrasar el doctorado un año, aunque me fastidia, porque de haberlo sabido antes, podría haberme matriculado en la UNED como tenía pensado. Pero bueno, tampoco me va mal así.

Por supuesto, corro el riesgo de que el año que viene vuelva a ser lo mismo: "este año te necesito en el laboratorio"... pero para entonces tendré más "peso" a la hora de presionar a mi jefe: tendré un año de experiencia con el proyecto, habré aprendido a manejarme y ya tendré la beca... si no me deja hacer el doctorado entonces, me iré, y tendrá que volver a convocar la beca, buscar a otro, y enseñarle todo... lo que le hará perder unos cuantos meses de trabajo. Claro que espero no tener que llegar a ese punto...

domingo, 24 de septiembre de 2006

Rodríguez

Desde el pasado martes estoy haciendo honor a mi apellido: de Rodríguez.

Mis amigos opinan que tengo mucha suerte, 15 días solo en casa, sin mi madre. A mí no me parece tanta suerte, ya que me quedo solo casi todos los fines de semana, y trabando entre semana, la verdad es que tampoco es tanto chollo el quedarse solo.

Pero la verdad es que estos días lo estoy apreciando: sienta bien ocuparse de la casa un par de días... pero sólo un par.

martes, 19 de septiembre de 2006

Madrid

Este fin de semana hubo quedada del irc en Madrid.

Mucha gente a la que no conocía, muchos a los que sí, y otros tantos a los que hacía también mucho que no veía.

Lo pasé muy bien, muchas risas y muy buen ambiente... a pesar del reencuentro con mi ex y las circunstancias. Supongo que debemos ser la comidilla ahora mismo, pero lejos de ser algo desagradable, creo que lo pasamos bien. Aunque es una pena que no nos vayamos a ver durante una larga temporada, aunque sigamos manteniendo el contacto por teléfono e internet. Pero es lo que toca ahora que ya no somos pareja.

Parecerá una tontería, pero el hecho de salir, hacer el bobo un rato, hacer fotos (muchas, muchas fotos), algún que otro video (aunque luego me los censuren...), y cosas tan tontas como que te inviten a comer a casa de gente a la que hace mucho que no ves acabaron por levantarme la moral un montón.

Me siento mucho más contento que en días anteriores, quizás por el cambio de aires, quizás por salir un poco de la rutina del trabajo, quizás por las "gamberradas" que he hecho con las fotos... veremos a ver lo que me dura: el final de septiembre promete ser intenso.

jueves, 14 de septiembre de 2006

Y el día después... tan amigos

Ha cuadrado los datos como le ha dado la gana, y como ha conseguido que le cuadren de alguna manera, ha olvidado el tema de que yo sea un inútil.

Por supuesto, no se le ha ocurrido retirar todo lo que dijo ayer. O disculparse. Como siempre, simplemente olvida lo ocurrido, y aquí no ha pasado nada. O por lo menos eso piensa él.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Odio a mi jefe

Qué típico, ¿verdad?

Pero no por ello es menos cierto. Ya la semana pasada tuvimos nuevas muestras de cómo es cuando se estresa: todo va mal, sois unos vagos, sois unos inútiles, esto me pasa por contratar a gente ya formada...

Luego se relajó y volvimos al "buen rollito" de siempre. Pero por supuesto, nada de disculparse o retractarse de lo dicho.

Ahora ha vuelto a la carga, y esta vez soy yo el único blanco de su frustración. Tenemos pendiente una inspección de un proyecto, para finales de este mes, y ahora mi jefe está reuniendo los datos del trabajo de todo el año pasado.

Tanto ayer como hoy ha estado revisando un informe que está hecho desde mayo... y que obviamente no ha mirado desde entonces.

Para empezar, ha detectado un par de errores por mi parte: un fallo de cálculo, y la falta de los datos de una de las probetas. Mea culpa, nadie es perfecto, pero de haberlo detectado en mayo, hubiera sido una mera anécdota. Ahora, viendo las orejas al lobo de la inspección, soy el mayor de los inútiles, y literalmente "o me pongo las pilas, o vamos mal".

Pero eso no es todo: como a mi jefe no le han gustado los datos obtenidos, porque no le cuadran con su cábalas preconcebidas, tengo que haberme equivocado al tomar los datos o al organizarlos en el informe. Es decir: yo digo que "A" tiene un valor, y "B" tiene otro, pero como no le cuadran en sus cálculos, pues tengo que haberme equivocado, y "A" tiene que valer lo que yo digo que vale "B", y viceversa. Así en varios casos, pero no en todos. Todo a pesar de que estoy 99.9% seguro de que los datos son correctos (y se lo he dicho), y por supuesto, como esto lo ha descubierto ahora, ya no hay tiempo para repetir la experiencia y demostrarle que las cosas son así (vamos, que si los resultados son una mierda, son una mierda y punto).

Entiendo que necesite que todo cuadre para pasar la inspección, entiendo que si las cosas no salen, uno se desespera y quiere hacer algo para que los datos cuadren. Pero lo que no entiendo es que no pueda confiar en nuestro trabajo, ser sincero y decir "pues si no cuadra, nos lo inventamos", que es lo que ha hecho al final.

Así que ahora mismo me encuentro meditando si puedo trabajar con alguien que no confía en mí. Y lo único que se me ocurre es plantearle la situación tal cual en cuanto haya pasado la inspección, y actuar de acuerdo con lo que salga. Si tengo que dejarlo, lo dejo, aunque probablemente, si se cree lo que ha estado diciendo no tenga que dimitir, sino que él mismo me dirá que me vaya.

martes, 12 de septiembre de 2006

"Día tonto"

Doce de Septiembre... Romería de la Virgen de la Fuensanta, y por lo tanto, fiesta para todos los que trabajamos en Murcia.

Pero es más que eso: el primer auténtico "día tonto" después del verano. Esta mañana ha llovido un rato (no mucho, para no variar), y aún sigue parcialmente nublado a estas horas. Vamos, que el día no ha amanecido precisamente invitando a la actividad. Y yo, pues la verdad es que tampoco estoy demasiado entusiasmado por hacer nada en concreto.

No es que esté bajo de moral ni nada parecido; se trata más bien abulia, pura y dura. Y como no hay nadie que me ponga las pilas ni nada urgente que necesite ser hecho, pues me voy a pasar todo el día tirado sin hacer nada en particular. Además, al ser fiesta, los comercios de Murcia estarán cerrados y tampoco se puede ir de tiendas.

Eso sí: al menos hay un punto positivo: después de todo un verano de "sequía", al fin me he sentado a ver alguna de las tropecientas pelis que tengo pendientes de ver: "El increíble hombre menguante". No he podido dejar escapar una sonrisilla en los primeros minutos de la película, cuando el protagonista empieza a notar algo extraño, ya que toda su ropa le queda grande...

domingo, 10 de septiembre de 2006

Cubo de Rubik

Nivel de frikismo aumentando...

Ya había tenido uno de éstos de pequeño, y nunca había conseguido resolverlo (lógico...), salvo por el conocido método de despegar y reordenar las pegatinas de las caras. Cosas de niños.

No había vuelto a acordarme de él hasta oír hablar del speedcubing, pero lo que verdaderamente me hizo acordarme de él y ansiar volver a tener uno entre mis manos fue la presentación "Cómo resolver un cubo de Rubik", hecha por Alvy de Microsiervos, incluída en el post Resolver el Cubo de Rubik, sólo por el hecho de vencer a esa criatura con la que no había podido en mi infancia.

Comencé a buscarlo por las tiendas de por aquí, pero fue imposible localizarlo o que alguien me pudiera indicar cómo conseguirlo. Al final, la solución llegó por internet: ebay. Por menos de 4 €, gastos de envío incluídos, al cabo de una semana, concretamente el jueves pasado, volvía a tener el desafío en casa.

El viernes, tras casi 5 horas de trastear con él, me fui a dormir sin haber conseguido vencerlo. El sábado me dediqué a estudiarlo y a seguir intentándolo... y cuando parecía que se iba a resistir otra jornada más, a las 2 de la madrugada, lo vencí. Fue pura suerte, pues no fue necesario aplicar los algoritmos más complicados, pero lo conseguí. Y la foto que acompaña a este post es el "trofeo" que atestigua mi victoria.

Hoy ha sido diferente. He seguido trasteando con él, y lo he conseguido "vencer" otras 5 veces... eso sí: el dar vueltas a sus caras sigue sin perder su encanto.

viernes, 8 de septiembre de 2006

Una frase...

La diferencia entre los verbos "llover" y "equivocarse" es que nadie puede llover, pero todo el mundo se equivoca alguna vez.

martes, 5 de septiembre de 2006

Reencuentros

En dos días han vuelto a mí unas cuantas cosas: Compañeros de trabajo, el trabajo, el jefe, mi reciente ex novia y un montón de recuerdos.

Los compañeros, estupendos como siempre. Ya desde el principio nos hemos llevado todos muy bien, conspirando contra el "enemigo" común. Espero que en ese sentido este año sea al menos tan bueno como el pasado, y si no, mejor. La verdad es que tal como empiezan las cosas, el asunto promete.

El trabajo... bueno, el trabajo es el trabajo, y lo cierto es que aún no empezamos a hacer nada. Pero lo cierto es que echaba de menos tener algo que hacer. Sólo espero que las cosas que están en marcha acaben saliendo tal como están planeadas.

El jefe, es el jefe. Nos tuvo más de una hora escuchando sus peripecias en vacaciones, pero qué se le va a hacer... el hombre empieza a chochear y como es majete (cuando quiere), pues hay que hacerle caso.

Y mi ex y los recuerdos... ¿qué se puede decir? En cierto sentido me vuelvo a sentir diferente del resto del mundo: los telediarios llenos de noticias de malos tratos y de asesinatos y suicidios entre parejas que se rompen. Y yo, no sólo no siento ninguna rabia hacia ella, sino que además, aunque ya no haya amor entre nosotros (aquí ponía "por ninguna de las dos partes", pero quizás fuera demasiado optimista...), la sigo queriendo muchísimo, y quiero conservarla como amiga a toda costa.

Por supuesto estoy un poco triste. Se van cosas que han estado a mi alrededor más de dos años, y reaparecen cosas que en su momento fueron importantes y ahora van con los trastos o directamente a la basura... pero sé que es pasajero, que en cuanto los vacíos que han quedado en mi habitación desaparezcan, también lo hará esa pequeña tristeza.

Sobre todo, porque por encima de eso tengo dos alegrías importantes:

La de saber que, a pesar de todo, ella y yo seguimos siendo buenos amigos, que podemos vernos sin sentirnos incómodos, que somos una parte muy importante en la vida del otro, que hay confianza, y que seguiremos en contacto y que volveremos a vernos (lo que es todo un consuelo cuando cada uno vive en una punta del país).

Y también, y no menos importante, el saber que estoy bien, que aunque la echaré muchísimo de menos, mi vida no se acaba aquí, que hay más cosas y más gente en mi vida, que hay mucho por descubrir, y sobre todo, ganas de hacerlo.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Nikon Coolpix S3

Tras demasiados días de espera, por fin ha llegado mi nueva cámara digital. No ha llegado a tiempo para estrenarla en Zamora, pero aún así estoy encantado con ella. Hace unas fotos estupendas: buena lente y 6 megapixels, y la cámara apenas sobresale unos milímetros al esconderla detrás de una tarjeta de crédito. Eso sí, es bastante más gruesa (casi 2 cm).

Un juguetito interesante. Una lástima que Nikon ya la haya dejado de fabricar, aunque los modelos superiores de la serie S tampoco están mal...

Para más datos: Catálogo de Nikon

lunes, 28 de agosto de 2006

Zamora

Aquí está Zamora, a la orilla de su Duero.

Ahora, en verano, lejos de semana santa, más que una ciudad parece un pueblo grande: tranquila y acogedora, y con un tiempo tan bueno que invita a perderse por las calles de la zona monumental en busca de sus iglesias románicas, tantas, que parece que hay una escondida detrás de cada esquina. Pero no sólo hay iglesias: la catedral, el castillo, el paseo junto al río, la plaza mayor, el parador... tantas cosas que ver que no me atrevo a hacer una lista, por no desmerecer aquellas que no aparezcan en ella. Y todo con el encanto de las cosas bien cuidadas: la piedra antígua, desnuda y limpia, las calles empedradas, sin un sólo papel en el suelo, y cada poco, un rinconcito con un árbol, un poco de hierba y una sombra bajo la que cobijarse.

Y sobre todo, la tranquilidad de los tesoros no descubiertos. Sí, hay turistas, por supuesto. Sería imposible que un sitio tan bonito no lo conociera nadie, pero no son, ni mucho menos, las aglomeraciones de los sitios que se han convertido en grandes destinos. Quizás, porque el verano de Zamora no es el gran reclamo de esta ciudad. Su momento fuerte es la Semana Santa, cuando me dicen que la ciudad pasa de los cerca de setenta mil habitantes hasta cerca del medio millón, pues su semana santa está declarada de interés turístico internacional.

En cualquier caso, me ha encantado este viaje a Zamora, incluso sin semana santa. El lugar, el ambiente, la compañía, e incluso los paseos solitarios por las calles han sido algo impagable. Me llevo un estupendo recuerdo, unas ideas un poco más claras, y sobre todo, las ganas de volver.

miércoles, 23 de agosto de 2006

El ave fénix

Dice la leyenda del pájaro de fuego que en todo el mundo existe sólo un ave fénix.

Su forma varía según quién la describa, pero siempre es un ave cuyas plumas brillan con colores entre el dorado y el rojo incandescente, el color de las llamas vivas.

El fénix es el símbolo de la resurrección y de la inmortalidad: en el momento de su muerte, el ave fénix se consume en sus propias llamas, de cuyas cenizas surge un huevo que al romperse devuelve a la vida al fénix rejuvenecido.

Por eso me gusta el fénix: porque tras el duro trance de su muerte, renace en todo su esplendor, rejuvenecido, fortalecido y listo para volver a vivir. De la misma forma que, tras cada golpe, a nosotros nos toca levantarnos, volver a fijar la mirada en el horizonte y seguir avanzando.

martes, 22 de agosto de 2006

Renacer

La vida de una persona cambia contínuamente. Algunos de estos cambios se ven llegar, pues están sujetos a fechas y momentos concretos, como las sucesivas decisiones que tomamos cuando crecemos y elegimos qué queremos estudiar, o si queremos dejar de hacerlo para buscar un trabajo.

Estas decisiones marcan nuestro futuro, abriendo unas puertas y cerrando otras, unas veces para siempre, otras no.

Sin embargo, otras veces los cambios se producen en el momento menos esperado. Suceden cosas que nos afectan en mayor o menor grado, y que también afectan al futuro de nuestras vidas.

Uno de estos cambios repentinos que afecta a la vida de muchísimas personas es el enamorarse. Y no menos importante es el cambio contrario: romper. Y ahí estoy yo.

Desde hace cerca de 3 años, éramos dos. Por las circunstancias, siempre juntos desde muy pronto. Y de repente, se acabó, sin opción a vuelta. Queda la confianza, queda la amistad, profunda y sincera, y sobre todo, quedan los recuerdos, más y menos felices, pero llenos de enseñanzas.

Ahora toca renacer, olvidar muchas de las costumbres adquiridas estos años, y recuperar algunas de las viejas, retomar contactos que se han perdido, abrirse a nuevas experiencias, volver a acostumbrarse a estar solo. Pero sobre todo, comenzar de nuevo a andar hacia adelante.