jueves, 21 de junio de 2007

Rutina

De nuevo me vence el tedio. Me invade la rutina. Los días se arrastran sin fin, uno tras otro como una correa sin fin, mientras se pierden las diferencias entre uno y otro. No hay mañana: apenas es una copia imperfecta del hoy.

Los alicientes se esconden, escapan. Tan pronto soy la abulia como me llama el conflicto. La paciencia se agota. La carretera desafía a mi pie a hundirse en un juego peligroso. Sueño con un saco de boxeo.

No tengo objetivo. Por la noche, cuando me voy a la cama, carezco de una razón para desear despertar por la mañana. Y sin embargo, no hay más remedio que hacerlo.

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