domingo, 18 de febrero de 2007

Pesimista

Me han dicho muchas veces que soy demasiado pesimista. Y es cierto. Pesimista en el sentido de ponerme siempre en lo peor que pueda suceder. Tal vez sea por no hacerme falsas ilusiones, tal vez por estar preparado para lo que pueda venir, tal vez por miedo a que me salgan bien las cosas. O tal vez sólo sea por la experiencia acumulada.

Mi "excusa" es que prefiero equivocarme y que las cosas sean mejores de lo que pensaba o esperaba que al contrario. Por supuesto, cuando sucede así, me alegro.

Y ésta ha sido una de esas ocasiones. Hace apenas un par de días, una estupidez (además perfectamente previsible) volvía a hundirme la moral. Fruto de ello era el anterior envío... aunque me equivocaba.

Una sorpresa (¡agradable!), un par de días, algo de aire fresco y un paseo por la montaña después, todo sigue ahí: la rabia para apretar los dientes, el valor para volver a abrir los ojos, la fuerza para dar un paso y otro más, y las ganas de seguir hacia adelante con una sonrisa.


Dicen que se distingue a un verdadero triunfador porque es capaz de apostar todo lo que tiene a un sólo número, perderlo y volver a empezar desde cero con una sonrisa.

Yo no lo perdí todo, pero sí algo muy valioso, y fue un gran golpe, pero de aquello fui capaz de sacar muchas cosas, y sobre todo, encontrar una sonrisa que había perdido hacía mucho. Si pude con aquello, puedo con todo. Tal vez tropiece, tal vez vuelva a caer, tal vez me den en las narices y me duela un tiempo. Pero elegí salir adelante, y volveré a hacerlo una y otra vez, todas las veces que haga falta.

Al final dejé que mi madre me "esquilase"... y no ha quedado tan mal. Ah, y encargué un ipod... mi viejo minidisc está a punto de pasar a mejor vida.

No hay comentarios: