domingo, 10 de diciembre de 2006

Temps Fugit (El tiempo vuela)

Y tanto que vuela. Hace nada aún era verano, ahora estamos a 15 días de Navidad. Y después de Navidad, enseguida año nuevo.

Esta mañana, mientras hacíamos un descansito entre cumbre y cumbre (concretamente entre Carrascoy y Los Filos), mis compañeros lo comentaban, y pensaban en el año entrante. Lo típico: que si espero que sea mejor, que si este no ha sido tan malo...

Y ahí es donde me perdí: ¿he tenido un año bueno? ¿malo?. No sé. Ha sido un año extraño, han pasado cosas malas, pero también buenas, y yo sigo aquí, sentado donde siempre, haciendo casi lo mismo que siempre, aunque bastantes cosas a mi alrededor han cambiado, y también lo he hecho yo mismo, aunque en el fondo, todo sigue igual que siempre.

El año pasado por estas fechas sólo podía pensar en que ojalá las cosas no cambiasen demasiado, y este año fuese igual de bueno o mejor que el anterior. Y sin embargo las cosas han cambiado. Pero soy incapaz de decidir si ha sido mejor o peor que el año pasado. Ha sido diferente, muy diferente, y aunque en algún aspecto ha sido mucho peor, en otros, también ha sido mucho mejor. Supongo que podemos dejarlo en empate. A fin de cuentas, como me he cansado de repetir, yo estoy bien, y a la hora de hacer las cuentas, eso es lo que importa.

Y aún quedan unas semanas para que acabe el año, y lo cierto es que prometen...

3 comentarios:

r0 Thermodelicias dijo...

Suerte que estés así. Mi año, sin duda, ha sido nefasto. Especialmente el último medio año, una mala noticia detrás de otra, mala situación personal... y termino el año intentando recuperar la sonrisa, pero no creas que es fácil

Desde luego yo sí le pido al año nuevo que venga mejor que el anterior, sin duda

mindworm dijo...

Lamento que sea así.

Sin embargo, soy de los que piensan que todo lo que nos pasa es importante, tanto lo bueno como lo mano, no sólo por el hecho en sí, sino también en cómo lo afrontamos y superamos, qué sacamos de ello, y cómo nos ayuda a crecer.

Podría resumirse en que creo que cada uno es una mezcla entre su herencia y la suma de todo lo que le ha pasado en su vida.

Pero siempre se puede mejorar, así que eso de pedirle al año que viene que sea mejor que este, por supuesto. Por pedir, que no quede.

Anónimo dijo...

Ten en cuenta una cosa... aunque el año sea malo, siempre se aprende. La vida no es fácil y nadie nos dijo que así fuera a ser. Hay que seguir adelante, si perdemos la esperanza de que no va a ser bueno, que nos queda? Os dáis cuenta que la vida son sólo ilusiones de que pase algo y dolor cuando no ocurre? Sólo una reflexión de una optimista nata