martes, 29 de mayo de 2007

Boda, Auténtico Rush y alguna otra cosa

Viernes tarde, y boda.

En la entrada anterior me equivocaba. Sí que han cambiado algunas cosas. Las suficientes como para sorprender a propios y extraños, y en general a todos los que hacía más de unos meses que no me veían.

A la boda llegué cansado y bajo de moral, tanto que durante la ceremonia no paraba de decirme "estás muy formal". Eso cambió en cuanto llegamos al convite. Un sitio precioso y camareros esperando con cerveza fresquita... Al final terminé pasándolo de maravilla, y llegando a casa bastante más tarde de lo que lo había hecho en mucho tiempo. Y sobre todo, de nuevo con la moral bien alta.

El resto del fin de semana no tuvo demasiado de especial.

Pero ayer volvió a tocarme un "Rush", esta vez uno de verdad: tras toda la jornada de trabajo correspondiente al lunes, sin un minuto de descanso, carretera y manta para recoger a mi padre del aeropuerto de Valencia. Llegué con apenas 10 minutos de tiempo antes de que saliese por la puerta de la sala de llegadas, lo que quiere decir que debía haber desembarcado más o menos al tiempo que yo llegaba al aeropuerto... 20 minutos antes de la hora a la que habíamos quedado, y para la que iba "justo" yendo justo al salir del trabajo.

Eso me preocupa: le estoy cogiendo demasiado gusto a pisar el acelerador, y aunque no suelo pasar de 130, puntualmente creo que llegué a 150 (apenas unos segundos en algún adelantamiento), pero empiezo a ser consciente que cualquier día de estos voy a tener un problema... sea una "foto", o sea un golpe. Y dado lo que acierto últimamente, me preocupa bastante.

Al final, apenas 15 minutos de descanso y otra vez en marcha. Entre pitos y flautas, llegué a casa a la 1 de la madrugada, habiendo conducido casi todo el tiempo desde las 19:30, así que enseguida listo para irme a la cama y comenzar hoy un nuevo día, otro día como otro cualquiera.

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