jueves, 31 de mayo de 2007

Otro menos...

Esta mañana llamó Jesús al laboratorio desde la empresa. Decía que esta mañana no iría, y que se pasaría por el laboratorio por la tarde para hablar con el jefe.

Al principio no dijo el motivo, pero al preguntarle por qué decir al jefe, no tuvo más remedio que confesar: en la empresa le habían pedido que empezara a llevar el tema de la Calidad, y también que hiciera más horas en la empresa y menos en la universidad.

Luego me enteré que se había hablado algo de una o dos horas diarias en la universidad, o una mañana o tarde cada dos o tres días. Por supuesto, el jefe no está nada contento con el tema, y me imagino que se habrá montado una buena en su despacho esta tarde.

Jesús es el segundo en la lista de veteranía del laboratorio. Yo soy el tercero, por apenas un par de semanas (o menos, no lo sé con certeza). La más veterana es Elisa, que también tiene anunciada su marcha desde hace tiempo, pero por suerte no será hasta después del verano (aunque cada vez queda menos). La cuarta, es Patricia, que también está con un pie fuera: sólo viene a la universidad por las tardes, por la mañana, empresa. Y después de ella viene el abismo: Ángeles y Rubén son posteriores al verano pasado, y los demás, han entrado hace menos de un mes.

Dicen que las mejores amistades se hacen en las circunstancias adversas, y nuestro jefe ya es en sí mismo una circunstancia adversa. El grupito de veteranos, los que aguantamos allí desde hace cerca de año y medio (y Elisa aún más) nos hemos divertido bastante con las cosas que nos han pasado por allí, y es una pena cada vez que uno de nosotros se va. Por suerte no hemos perdido el contacto del todo. Con unos más y con otros menos, pero todos los "veteranos" seguimos en contacto, y es un alivio, porque al menos yo les he cogido cariño a todos. Espero que sigamos en contacto, especialmente ahora que estamos cogiendo la costumbre de quedar para comer cada mes.

Sin embargo, la marcha de Jesús no es solo la marcha de otro veterano más. En este momento yo ya estaba solo en el laboratorio por las tardes (salvo visita ocasional de algún compañero/a), pero es que ahora, por las mañanas sólo estaríamos Ramón y yo, que no es que Ramón me caiga mal (todo lo contrario), pero es que los almuerzos y las conspiraciones mañaneras ya no serán lo mismo... y además, yo sería el "único" veterano del grupo. También están Elisa y Patricia, pero con un jefe tan machista como éste, y además Patricia a tiempo parcial... pues tampoco es lo mismo.

Da pena, mucha pena ver cómo la gente con la que has compartido tanto tiempo se marcha. Y a mi aún me queda por lo menos otro par de años...

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