jueves, 26 de julio de 2007

Síndrome de Estocolmo

Quién lo iba a decir. Después de lo de ayer, resulta que al final, cogemos las vacaciones mañana a medio día. Seguro que tiene algo que ver que E y V (que ya está de camino a casa) aceptaron la invitación del jefe para ir a cenar con él.

El caso es que ahora que tengo las vacaciones encima, como quien dice, no sé qué voy a hacer con mi vida este verano, y ya empiezo a echar de menos el laboratorio... aunque al jefe no, por supuesto.

Al menos aún me queda la cena de despedida, mañana por la noche, aunque no estará toda la gente que a mí me gustaría...

No hay comentarios: